domingo, 14 de agosto de 2016

¿Cuánta tolerancia?

¿Cuántos de nosotros hemos visto a alguien cantando en un micro? ¿A cuántas personas con alguna discapacidad vimos subiendo y bajando de una unidad de transporte público? 
Muchas veces, incontables. Esa debe ser la misma respuesta para este hombre, cuando pregunta si le permiten subir por unos minutos a cantar en un micro. 
La negativa verbal puede entenderse. Pero lo indignante fue ver que chóferes y cobradores pasaban de largo e incluso le cerraban la puerta ignorándolo. Incluso uno que paró muy cerca, al ver que se acercaba, avanzó para luego acelerar. 



Afortunadamente, luego de mucho esperar, alguien dijo sí. Y al empezar y al terminar, él sólo dijo: Gracias.
Cada uno saque su propia lección. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario